- La economía española se desacelera. El panorama más favorable que se está viviendo este año 2022 en relación con la pandemia de Covid-19 y el positivo papel que está jugando el sector turístico no podrán compensar el contexto internacional menos favorable y las consecuencias de la guerra en Ucrania y el conflicto que mantienen la UE y Rusia. Las fuertes presiones inflacionistas son ahora la manifestación más visible de la vulnerabilidad de la economía española.
- Con los datos conocidos hasta ahora, nuestras proyecciones en Equipo Económico (Ee) apuntan a una cifra de crecimiento del PIB, todavía relevante en 2022, del 4,3%, pero que prácticamente solo ha sido generado durante la primavera y que se reduciría en 2023 hasta el 1,9%. España solo alcanzará sus niveles de actividad previos a la crisis del Covid-19 en el último trimestre de 2023, siendo la última economía de la Zona del euro en hacerlo, y con los desequilibrios además que supone que los precios crezcan muy por encima y los elevados niveles de paro y endeudamiento público.
- Estimamos que el ritmo de incremento de la tasa inflación comience a revertir tan solo muy paulatinamente en los próximos meses, de forma que en diciembre de 2022 alcanzaría aún el 8,6% interanual. Consideramos que la tasa de crecimiento media anual del IPC se situará en el 9,1% en 2022. Si bien no se observan hasta el momento significativos efectos de segunda ronda en el mercado de trabajo en forma de elevadas subidas salariales, los precios crecerían aún en media anual el 4,6% en 2023, con relevantes diferencias sectoriales.
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