Madrid, 24 de noviembre de 2021. Ricardo Martínez Rico, presidente de Equipo Económico, ha participado hoy en la sesión online “Presupuestos Generales del Estado 2022: ¿Son el instrumento de política económica adecuado para el momento actual de la economía española?”, organizada por la Fundación para la Investigación sobre el Derecho y la Empresa (FIDE), que ha sido moderada por Francisco Uría, socio responsable del sector financiero en España de KPMG y consejero académico de FIDE.
El presidente de Equipo Económico ha comenzado su análisis de los PGE recordando que “la recuperación es este año menos intensa de lo previsto, al igual que sucederá en 2022, quizá por el impacto de la inflación, la interrupción de las cadenas de valor y las dificultades de suministro, que han creado cuellos de botella e impactado en los precios”. Ha recordado que después de las últimas revisiones llevadas a cabo por la mayor parte de instituciones y servicios de estudios de bancos y cajas la previsión es que este año la economía española crezca entre el 4,5 y el 5%, y en torno al 5,5% en 2022, de forma que la destrucción de empleo y de producto experimentada podría recuperarse a finales del año que viene o incluso a comienzos del 2023.
Sobre la idoneidad de los presupuestos aprobados, Ricardo Martínez Rico ha precisado que cuando el Gobierno los presentó ya conocía las nuevas revisiones y podía haber actualizado el cuadro macroeconómico para generar más credibilidad y evitar así un debate estéril sobre la validez de las cifras en las que está basado el presupuesto. “Estos presupuestos no diseñan una política económica adecuada para la situación actual y soy crítico con las variables concretas del cuadro macro. Pero en términos de crecimiento nominal y por tanto de estimación de ingresos creo que pueden ser bastante realistas, dado que acabaremos el año probablemente con un IPC o deflactor del PIB superior al que será reflejado en el cuadro macroeconómico”.
Por el lado del gasto ha incidido en que estos presupuestos plantean una política fiscal ultra expansiva, con un fuerte impacto en el incremento del gasto estructural y sin ningún avance en la búsqueda de la eficiencia del mismo. Asimismo, ha criticado que los déficits públicos de este año y el siguiente serán mayores de los señalados, razón por la cual no contribuirán favorablemente a la sostenibilidad de la deuda pública.
Antes de finalizar su intervención ha detallado los grandes retos ligados a estos presupuestos que deberán abordarse en el corto plazo: el debate de las pensiones, la reducción de la tasa de paro, la financiación autonómica y sostenibilidad de la deuda pública. Sobre este último tema ha señalado que “en Europa vuelve el debate de las reglas fiscales, probablemente más relajadas y sencillas. Y son más sencillas porque todo el mundo coincide en que uno de los ratios fundamentales será el nivel de endeudamiento. Por eso debemos de plantear escenarios más prudentes desde el punto de vista presupuestario, de consolidación del gasto y de consolidación de la deuda para cumplir con los criterios del mercado”.
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Antonio Polo
