Madrid, 18 de enero de 2019. El presidente ejecutivo de Equipo Económico, Ricardo Martínez Rico, ha intervenido esta semana en la IX Edición del Spain Investors Day (SID), el foro financiero con más proyección internacional de cuantos se celebran en España. En concreto, ha participado en una mesa redonda de expertos junto a Álvaro Sanmartín, asesor senior de Economía y Regulación de Grant Thornton, Raymond Torres, director de Coyuntura Económica Internacional de Funcas; y Frederic Pretet, economista jefe de Exane BNP Paribas.
Durante su participación, Ricardo Martínez Rico ha ofrecido su visión a los inversores internacionales presentes sobre la situación actual y perspectivas de la economía española en los próximos años, de cara a facilitar la mejor evaluación de las oportunidades y los retos a los que se enfrentan sus proyectos, así como la toma de decisiones.
Ha comenzado su intervención destacando que la economía española creció en 2018 por quinto año consecutivo por encima de la media de la zona Euro. Y sectores notables de la economía española, como la automoción, la construcción y el turismo, comparten registros positivos.
No obstante, ha precisado que se encuentra inmersa en una fase diferente del ciclo económico expansivo, con tasas de variación más moderadas (en torno al 2,5% interanual), después de tres ejercicios entre 2015 y 2017 con una tasa de crecimiento del PIB superior al 3%. En este contexto, ha precisado que las previsiones de Equipo Económico para el crecimiento del PIB son del 2,6%, 2,2% y 1,9% para 2018, 2019 y 2020, respectivamente. Para el presidente de Equipo Económico, el crecimiento durante este año se apoyará en buena parte en el impulso de la demanda interna, gracias al consumo de los hogares y a la formación bruta de capital fijo, que se mantendrá elevada, dados los altos niveles de beneficios empresariales y de la utilización de la capacidad instalada, y las condiciones financieras holgadas.
Además, frente a los desequilibrios macroeconómicos que la economía española acumuló antes del inicio de la crisis en 2007, ahora está mejor posicionada, entre otros, por su elevada capacidad en los últimos años para transformar crecimiento en creación de empleo y para crecer al mismo tiempo que mantiene un superávit por cuenta corriente.
Sin embargo, los riesgos a los que se enfrenta la economía española cobran mayor importancia en el contexto de desaceleración del ciclo, ha precisado el presidente de Equipo Económico. La materialización de determinados riesgos mundiales a lo largo del año, por ejemplo, el aumento del proteccionismo en el comercio mundial y los asociados al Brexit, que se ha traducido en un menor crecimiento de las exportaciones. A esto se añade también, a nivel interno, un conjunto de riesgos tanto políticos como económicos. De forma general, ha significado que lo político va a primar sobre lo económico.
En su opinión, la situación resultante será más negativa si la incertidumbre está unida a la adopción de reformas contrarias que reducen la competitividad de la economía española. Durante los últimos meses se han materializado reformas contrarias en áreas notables, como la falta ambición para reducir con mayor intensidad el déficit y la deuda pública. También en el mercado laboral, con el anuncio de un elevado aumento del Salario Mínimo Interprofesional, que podría lastrar la creación de empleo. De igual forma ha puesto como ejemplo el sector inmobiliario, con las restricciones impuestas por el lado de la oferta y la modificación del régimen fiscal de las Socimis. E incluso en el modelo concesional español de autopistas, donde al vencimiento de las concesiones rentables se está dejando de confiar en el sector privado para su gestión, en detrimento, entre otros, de las arcas públicas
Ricardo Martínez Rico ha acabado su exposición recordando que, para hacer frente a los escenarios más negativos, el sostenimiento la fase expansiva del ciclo económico y el incremento del crecimiento potencial en el medio plazo pasan por adoptar las reformas económicas necesarias. A falta de estas, los mensajes de política económica son especialmente relevantes y, en este sentido, las contrarreformas elevan fuertemente la incertidumbre. El diseño de las políticas económicas juega un papel determinante, bien trazadas e implementadas pueden permitir el alargamiento del ciclo actual y del periodo de expansión, mientras que un diseño erróneo podría llevar a que la economía española se enfrente a una corrección más abrupta.