En un mundo cada vez más globalizado, la captación del talento se ha convertido en una de las claves del crecimiento económico de los países. Sin embargo, los profesionales ya no solo buscan oportunidades laborales atractivas, sino también un entorno que les permita prosperar profesional y personalmente. La calidad de vida y, por supuesto, la fiscalidad, se han convertido en factores determinantes a la hora de elegir un país de residencia.
Mientras que en los últimos años otros países de nuestro entorno han endurecido las condiciones para acceder al régimen de impatriados, España se ha posicionado como uno de los destinos más atractivos para los trabajadores extranjeros que adquieren la residencia fiscal en nuestro país -sea por permanencia aquí más de la mitad del año, sea porque su centro de intereses económicos pasa a situarse en España-.
El régimen de impatriados de España, conocido vulgarmente como la “Ley Beckham” ‑realmente se contiene en un artículo de la Ley del IRPF‑, permite a las personas que trasladen su residencia fiscal a territorio español beneficiarse de un tipo impositivo reducido del 24% sobre los primeros 600.000 euros de renta, y del 47% sobre el resto, con exención sobre las rentas obtenidas en el extranjero ‑a excepción de los rendimientos del trabajo-.
Desde 2023, pueden acogerse al régimen aquellas personas que no hayan sido residentes fiscales en España durante los cinco años anteriores al desplazamiento, y que se trasladen como consecuencia de un contrato de trabajo, la adquisición de la condición de administrador o la realización de actividades económicas como emprendedores, e incluso los teletrabajadores.
Esta última reforma fiscal ha permitido, además, que los familiares de los desplazados a territorio español que disfruten del régimen puedan beneficiarse del mismo.
El régimen de impatriados viene siendo, por tanto, un elemento clave para la atracción de talento internacional a España, que se ha mejorado a la vez que regímenes equivalentes de otros países han perdido fuerza.
Además del régimen de impatriados, España ofrece otras atractivas opciones fiscales y de residencia para atraer talento y capital extranjero. A nivel autonómico, la Comunidad de Madrid ha implementado una deducción en el IRPF del tramo autonómico para impatriados que no puedan acogerse al régimen recién señalado, conocido como la “Ley Mbappé” (porque algunos entienden que este deportista podrá aprovechar la nueva ventaja fiscal), aplicable desde el 1 de enero de 2024.
Esta medida permite a los desplazados a territorio español que sitúen su residencia fiscal en la Comunidad de Madrid aplicar una deducción del 20% del valor de adquisición de determinados elementos patrimoniales (sobre todo valores mobiliarios, como acciones, participaciones sociales o valores de deuda) sobre la cuota autonómica del IRPF, siempre que mantengan la residencia en dicho territorio al menos durante seis años.
Mientras que otras Comunidades autónomas mantienen una carga fiscal más elevada, sin incentivos para atraer grandes patrimonios, la Comunidad de Madrid refuerza su posición como destino preferido para ejecutivos e inversores extranjeros, consolidando su atractivo fiscal frente a otros mercados europeos.
Si se cumplen las condiciones para la aplicación del régimen de impatriados se accede a la vez a un permiso de residencia en España (no ya fiscal, sino de finalidad general). No dándose aquellas condiciones, la residencia en España exige la previa obtención de la correspondiente autorización administrativa.
Precisamente para facilitar dicha autorización de residencia, España ofrece un régimen paralelo para atraer inversiones internacionales, cuya vigencia finaliza en abril de 2025 para nuevos solicitantes. Se trata de la llamada “Golden Visa”, creada para fomentar la llegada de capital extranjero, permite obtener la residencia en España mediante una inversión significativa en inmuebles (por más de 500.000 euros), activos financieros (por más de un millón de euros o de dos millones de euros si se trata de deuda pública) o un proyecto empresarial desarrollado en España y considerado como de interés general (creando empleo, realizando una inversión con impacto socioeconómico relevante o aportando relevancia a la innovación).
Este programa ha facilitado la llegada de inversores de alto patrimonio a España -que suelen atraer actividad económica y empleo‑, consolidando al país como un destino preferente tanto para emprendedores como para familias que buscan estabilidad y ventajas fiscales en el ámbito europeo.
La combinación del régimen de impatriados, la deducción de la cuota autonómica del IRPF de la Comunidad de Madrid y la Golden Visa ‑ésta en visos de desaparición‑ configura un ecosistema fiscal favorable para atraer talento y capital extranjero a España.
La oferta española se complementa con una calidad de vida inigualable, una ubicación estratégica dentro de Europa y una economía cada vez más abierta a la innovación y el emprendimiento.
Seguro que es el momento de aprovechar las oportunidades que España ofrece.
Laura Carreira Lorenzo
Consultor – Área fiscal
