Europa y en especial España tienen un menor margen fiscal para enfrentar futuras crisis económicas, debido al desempeño de sus finanzas públicas en los últimos quince años.
- Desde el año 2000 hasta el 2008, el robusto crecimiento económico y la fundación del euro, proporcionaron un fuerte incentivo para el cumplimiento de los criterios establecidos en Maastricht en cuanto al déficit y la deuda públicos (del 3% y del 60% sobre el PIB, señalados en el gráfico por los ejes en azul). Como se puede apreciar en el gráfico, en el año 2000 España cumplió con estos objetivos, situándose en el área marcada en verde.
- Sin embargo, durante la Gran Recesión y la Crisis de Deuda Soberana Europea, los estados miembros de la UE comenzaron a intervenir activamente en la economía para hacer frente a la crisis. Esto llevó a un aumento significativo en los niveles de déficit y deuda. Los países con una peor posición fiscal, como Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España (que se situaban entonces en el área roja del gráfico), experimentaron serias dificultades en su acceso a los mercados financieros en los años 2011/2012. La recuperación requirió de una política monetaria laxa, austeridad fiscal, reformas estructurales y asistencia financiera internacional y/o europea.
- Con el estallido de la pandemia del Covid-19 las reglas fiscales se suspendieron en Europa para hacer frente a la inédita crisis, lo que llevó de nuevo a un fuerte aumento del gasto público, del déficit y la deuda pública. Posteriormente las citadas reglas han continuado suspendidas para atender también las consecuencias económicas en los países de la UE de la guerra en Ucrania.
- En este contexto, España ha aumentado muy considerablemente sus niveles de déficit y deuda pública desde el año 2000 hasta el 2022, situándose de nuevo en el área roja correspondiente a aquellos países que no cumplen los criterios de Maastricht. Pese al récord alcanzado por la recaudación tributaria, impulsada por la inflación, el déficit público español se situó aún en el 4,8% sobre el PIB en 2022, todavía 1,7 puntos porcentuales por encima de los niveles previos a la pandemia. De hecho, el déficit primario -que excluye el pago de los intereses de la deuda- se situó en el 2,4% sobre el PIB, de tal manera que el sector público acumula ya 15 años registrando déficits primarios negativos. Por su parte, la deuda pública aumentó el 5,3% interanual en 2022 y alcanzó un nuevo máximo histórico en el conjunto de un año en términos nominales, situándose en 1,5 billones de euros y el 113,2% del PIB.
- Por ello, existe en la actualidad una clara necesidad de avanzar en el camino de la consolidación fiscal. Se ha de ejecutar un plan creíble de consolidación fiscal a medio-largo plazo, que garantice una senda factible de reducción de la deuda pública y que permita recuperar a la política fiscal mayor margen de maniobra frente a potenciales shocks negativos. Dista mucho de ser el caso de la reforma de las pensiones aprobada a través del Real Decreto-ley 2/2023, de 16 de marzo, que se muestra claramente insuficiente para garantizar la sostenibilidad del sistema público.
Estas ideas respecto a la situación y perspectivas de la economía española en el contexto internacional son fruto de la última edición de nuestro informe «Ee Spain Outlook for Business Strategy – Spring 2023» que hemos publicado recientemente. Para más información contacte con nuestro Equipo.